Cosmética DIY: cómo hacer un acondicionador sólido

by - diciembre 02, 2019



Seguro que ya habéis oído hablar de los acondicionadores sólidos. Al principio se hicieron muy populares los de la marca Lush, ahora hay más marcas, sobre todo de cosmética natural, que los venden. Son un producto muy versátil y muy práctico: lo puedes llevar en tu equipaje de mano en el avión, ocupan muy poco espacio, no necesitan embalaje, duran mucho, son multifunción y suelen estar hechos con ingredientes bastante naturales. Al igual que con los champús sólidos, son todo ventajas.

Os tengo que reconocer que nunca he comprado un acondicionador sólido, todos los que he probado han sido intentos míos a partir de recetas encontradas en muchos blogs y páginas de cosmética natural. Y tengo que reconocer también que a punto estuve de tirar la toalla, porque ninguna de las recetas me funcionó (y eso que las tomé de blogs con autoras de mucha experiencia). Mi problema es que notaba las pastillas muy duras y muy poco hidratantes, por más que me las pasara por mi cabello rizado no notaba que lubricaran o dejaran mucho producto sobre mi cabello.

Sin embargo, el otro día mientras trasteaba con otra receta sólida, descubrí que había dado con la fórmula para un acondicionador sólido perfecto para mí: sólido en seco pero cremoso al humedecerse y frotarlo contra mi cabello. Un acondicionador cremoso, como ya he dicho, emoliente y muy hidratante, perfecto para todo tipo de cabellos, especialmente cabellos resecos y encrespados.

Y no me quiero enrollar más, así que voy con la receta, con los ingredientes y con el paso a paso. Para realizar esta receta he contado con la colaboración de Gran Velada, una de las mayores tiendas online de España de ingredientes para jabonería y cosmética natural, que muy amablemente me ha enviado algunos ingredientes para esta y más recetas, así que si os interesa este tema os recomiendo encarecidamente pasar por su página web y por su blog con montones de recetas.

Ingredientes 

Proporciones (haz clic en cada ingrediente para comprarlo):

Esto haría del INCI de este producto el siguiente:

Theobroma Cacao Seed Butter, Ricinus Communis (Castor) Seed Oil, Behentrimonium Methosulfate and Cetearyl Alcohol, Cetyl Alcohol, Fragrance, Keratin, Hydrolyzed Silk, Benzoic Acid, Sorbic Acid, Dehydroacetic Acid, Benzyl alcohol.

Ya he explicado que las proporciones equivalen a los gramos que necesitas de cada ingrediente para hacer 100 g en total del producto. Yo voy a hacer un acondicionador de 50 g, así que es tan fácil como dividir la cantidad por la mitad:


  • 15 g de manteca de cacao
  • 11,75 g de aceite de ricino
  • 10 g de BTMS
  • 10 g de alcohol cetílico
  • 0,5 g de proteína de seda
  • 1 g de queratina o pantenol
  • 0,25 de conservante
  • 1,5 g de aceite esencial o perfumado

Paso a paso

Echar en un recipiente resistente al calor los cuatro primeros ingredientes: la manteca de cacao, el aceite de jojoba, el BTMS y el alcohol cetílico.
Llevar a baño María hasta que el BTMS y el alcohol cetílico se derritan completamente. Remover muy bien.

Sacar del fuego y dejar que se enfríe un poco sin parar de remover (para evitar se formen grumos o se solidifique de forma irregular). Cuando veamos que ha ganado un poco de viscosidad, añadir todos los demás ingredientes sensibles al calor (proteína de seda, queratina, conservante y aroma) y mezclar muy bien. Puedes medir la temperatura con un termómetro y seguir este paso cuando haya bajado a unos 45º-40º.


Verter en un molde y dejar enfriar a temperatura ambiente o meter al congelador durante 20 minutos.
Una vez desmoldado, el acondicionar sólido está listo para usar. Para este tipo de productos me gusta usar un molde de magdalenas como el de la foto, ya que las cavidades son más altas y así al irse gastando tardará más en partirse por la mitad que si lo haces en un molde más plano; además la forma también es más ergonómica.

Modo de uso

Es muy sencillo: te lavas el pelo con champú como de costumbre y luego le das unas cuantas pasadas con el acondicionador, como si fuera un pastilla de jabón, y masajeas para repartir bien el producto (este paso es importante, ya que pueden quedarte pequeñas partículas de acondicionador en el pelo). Según la cantidad de cabello que tengas, necesitarás más o menos pasadas, debes ir probando. El acondicionador debe ser bastante cremoso, pero esto también depende de la temperatura ambiente, si notas que le cuesta un poco fundirse, puedes frotarlo entre las manos para que se caliente un poco. Si tienes las raíces grasas, es mejor evitar usarlo sobre éstas.

Al masajear el producto sobre el cabello notarás cómo lo doma y lo nutre al instante. Además permite desenredarlo con bastante facilidad. Al aclararlo se queda el cabello suave e hidratado pero sin residuo graso.

También se puede usar como sobre la piel mojada antes de depilarte con cuchilla, ya que la deja lubricada y hace que la cuchilla se deslice mucho más fácilmente.

Y también lo puedes usar como acondicionador de piel bajo la ducha, te lo pasas por todo el cuerpo, lo aclaras (o no) y luego te secas a toquecitos. aunque esta última opción no la aconsejo porque 1), el BTMS es un poco caro para usarlo por todo el cuerpo y 2) la hidratación tampoco es especialmente duradera. Pero para una emergencia viene bien saberlo.

Después del uso conviene almacenar tu acondicionador en un sitio seco donde se pueda secar o escurrir, como una jabonera. Yo el mío (al igual que mi champú sólido) lo almaceno colgado de una bolsita de organdí en la pared más alejada del grifo, así se seca completamente entre usos sin derretirse:


Sobre los ingredientes y sustituciones

Manteca de cacao

es un producto muy nutritivo e hidratante, y además le aporta dureza al acondicionador. La uso desodorizada porque la virgen tiene un olor a cacao agradable, pero que interfiere con el perfume que le quieras dar al producto. Si no te molesta el olor, por supuesto que puedes usar manteca de cacao virgen. 

No recomiendo sustituirla por otra manteca más blanda como por ejemplo el karité, ya que se quedaría un acondicionador blandurrio y poco consistente. He leído que las mantecas de cupuaçu y tucuma son bastante duras y pueden sustituir al cacao, pero no las he probado para poder decir que sean un sustituto,

Aceite de ricino

He elegido aceite de ricino por sus propiedades emolientes, fortificantes y estimulantes, de las que ya os hablé en este artículo.

Se puede usar otro aceite que te guste más o le convenga más a tu cabello: coco, jojoba, oliva, argán, etc. El de argán no lo he querido usar porque el que tengo es virgen y tiene un olor fuerte que no me agrada demasiado.

Queratina


Tanto se ha dicho sobre las propiedades de la queratina (o keratina) en el cabello que huelga repetirlo  por aquí. Me ha parecido interesante añadirla por sus propiedades acondicionadoras y antiencrespamiento, aunque en teoría la queratina solo se fija al cabello aplicándole calor, pero no nos hace daño añadírsela al acondicionador también. Uso poca cantidad (2% máximo), ya que tiene un olor bastante fuerte.

Puedes omitirla de la receta y reemplazarla por otros pantenol, extracto de arrozextracto anticaída, etc, que también tienen propiedades muy interesantes para el cabello o por la misma cantidad de aceite de ricino (o el que hayas decidido usar). También puedes usar una combinación de queratina y pantenol u otros principios activos en el porcentaje que prefieras: por ejemplo 1% + 1%, 0,5% + 1,5%, etc.

Como regla general podrías incluir hasta un 5% en total de los principios activos que desees.

Proteína de seda

Me encanta el efecto de la proteína de seda, doma el cabello, lo hidrata  y reduce muchísimo el encrespamiento, hasta tal punto que tengo que poner pequeñas cantidades (máx. 1%) porque si no me deja el cabello "lamido" en las raíces. Si tienes el cabello muy encrespado y rebelde probablemente te vaya bien usar un poco más (un 2%-3%).

Al igual que con la queratina puedes omitirla de la receta y reemplazarla por la misma cantidad de aceite o por otro principio activo.

Como regla general podrías incluir hasta un 5% en total de los principios activos que desees.

BTMS


(INCI: Behentrimonium Methosulfate y Cetearyl Alcohol). El BTMS es una cera emulsionante de origen vegetal de tipo catiónico, es decir, de carga positiva, por lo que es ideal para los productos capilares, ya que reducen la carga electrostática dejando el cabello suave, sedoso y reduciendo muchísimo el encrespamiento.

Podrías usar otros emulsionantes catiónicos como el Tego Amid (Stearamidopropyl Dimethylamine) con la precaución de agregar 0,3 g de ácido láctico por cada gramo de Tego Amid, ya que sólo tiene propiedades catiónicas en un medio ácido (descontar el procentaje de ácido láctico del de aceite o manteca). No recomiendo usar otro tipo de emulsionantes no catiónicos, he hecho pruebas con emulsionantes para cremas y para mi gusto no dejan el cabello bien ni ayudan con el desenredado.

Alcohol cetílico

(Cetyl alcohol) Cuidadín, no tiene nada que ver con el temido alcohol denat. El alcohol cetílico es un alcohol graso sólido con propiedades emolientes y suavizantes y además ayuda a hacer el acondicionador más duro, ya que es sólido.
Se puede sustituir por ácido esteárico (bajando la proporción a aprox. la mitad) aunque en ese  caso el acondicionador perdería cremosidad/untuosidad.

Aceite esencial o esencia aromática

En mi caso he optado por usar el contratipo nº 10 de Gran Velada.


Huele genial, y es un olor muy parecido al de cierto perfume "adorable" de la marca Dior. Es un olor sofisticado que pega mucho con un producto capilar o corporal y deja un aroma increíble en el pelo. Podríais usar aceites esenciales, pero no soy muy fan de éstos por varios motivos:
  1. Aunque parezca mentira son más propensos a provocar alergias e irritaciones que los aromas artificiales y hay que usarlos con mucho cuidado.
  2. Por este motivo hay que echar cantidades mucho menores (máximo un 1%, o incluso menos en según qué aceites más irritantes). Consulta siempre la información del fabricante/comercializador del aceite sobre la dosis máxima a usar según el tipo de producto.
  3. El olor aguanta muy poco (sobre todo los cítricos). Primero porque hay que usar muy poco (por las razones arriba mencionadas) y segundo, porque al echarlo en la mezcla caliente se evaporan en gran parte, ya que son bastante sensibles a la temperatura. 
Pero si prefieres usar aceites esenciales puedes usar romero, árbol de té (este es muy fuerte), patchouli (con muy poca cantidad huele un montón), lavanda, etc., que le pueden venir bien a tu pelo según sus necesidades. Como ya dije, siempre en una proporción inferior al 1% y compensando el % que falta con más aceite vegetal.

Conservante

Muchas recetas de cosméticos sólidos no incluyen conservante, ya que no contienen agua y en la teoría no se deberían estropear pero yo sí que prefiero añadirlo porque es un producto que, aunque no contenga agua, va a estar en contacto con ella. Así que he añadido un 0,5% de Sharomix 705, que no huele tanto como el Cosgard y sale muy rentable. Se puede omitir teóricamente, pero yo no lo recomiendo para nada, no cuesta nada curarse en salud.

Si aún no te has atrevido a probar con la cosmética DIY, te animo a probar esta receta, que es muy fácil de hacer. Los ingredientes los encontrarás todos en la web de Gran Velada.
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