Pero esta última vez siento que algo ha cambiado. Tiempo para publicar tengo, lo que no tengo son ganas. Ya no me apetece tanto bloguear ni meter la nariz en este mundillo. 

Bloguear ahora es muy diferente a antes. Antes te limitabas a escribir, publicar y visitar y comentar los demás blogs que seguías. Ahora, además tienes que hacer tu parte en redes sociales si quieres que tus artículos tengan un mínimo de difusión, y al final hay que realizar tantas microgestiones, programaciones, análisis de métricas, etc., que se puede hacer insostenible a nivel de aficionado (por si alguien se pensaba que el de community manager era un trabajo fácil). Por no mencionar que, cuando ya le has pillado el truco a los algoritmos de las redes sociales, éstas te los cambian para obligarte a gastar dinero en campañas. Y, salvo que te dediques a esto de manera profesional o no tengas otra cosa que hacer, no vale la pena la pérdida de tiempo (al menos a mí).

Publicar contenido sobre belleza ya no me produce satisfacción, y si encima le sumas que se ha convertido en un mundillo muy competitivo, que el alcance y la interacción con los seguidores es cada vez menor, que los algoritmos de las RRSS te lo complican cada vez más, que yo misma tampoco leo o comento otros blogs de la temática... pues normal que ya no me motive. 

Creo que también me he aburrido del mundo tanto de la cosmética como de las redes sociales en general.  Estoy llevando a cabo un proceso de desintoxicación digital y ya ni siquiera tengo la app de Instagram instalada en mi teléfono, me hacía perder mucho tiempo haciendo algo de nulo provecho. Si no me interesa ni consultar mis redes sociales personales, imaginaos las del blog... Supongo que es el proceso natural de haber ido cambiando con los años o tener prioridades distintas en este momento de mi vida. Ahora mismo prefiero dedicar mi tiempo a otro tipo de cosas.

¿Dejaré de publicar en el blog? No lo creo, puede que de vez en cuando publique algo si me llega alguna colaboración o doy con algún producto que considere interesante. Lo que está claro es que no tendré ninguna regularidad y seguramente me tire meses sin publicar nada.

¿Lo cerraré? Ni hablar, aquí tengo muchísimas horas de trabajo invertidas, mucha información y recuerdos almacenados que no quiero perder.

A todos los que habéis estado ahí, con vuestros comentarios, vuestros likes en redes sociales, y vuestro apoyo: