Ayyyyy, ¡qué júbilo! ¡Por fin lo he conseguido!



Por fin he logrado conseguir el look marmoleado o marbling. Es una técnica muy original, bastante parecida al tye-dye, ya que cada dibujo que consigues es único y diferente a los demás.
Esta técnica se realiza con ayuda de un recipiente con agua, por eseo se llama "water marbling"
Lo intenté varias veces este verano y fue terriblemente frustrante y que se me secaba el esmalte antes de que pudiera hacer ningún dibujo, y además algunos esmaltes funcionaban fatal: las gotas en vez de extenderse por el agua se convertían en bolas y se iban al fondo del recipiente...Después de ochenta mil intentos (agua fría, agua caliente, agua templada, ventilador encendido, apagado, echar un poco de acetona en el agua, etc.) me rendí y lo dejé por inútil.

Pero hace unos días vi estas fotos en el blog de Nihrida y me volvió a picar el gusanillo, así que lo volví a intentar y me salió. Yo creo que la temperatura ambiental y los calores de agosto tuvieron mucho que ver, y que también cambié el tipo de pintauñas que usaba. Los de los chinos van fatal, se suelen hundir y quedar en el fondo, aparte de que apenas se extienden. En este caso usé uno blanco translúcido de Deliplus y uno negro que me compré en un todo a 100 cuando aún había pesetas y que me ha salido fantástico, porque aún sigue al pie del cañón, ¡ni se ha secado ni nada!

He hecho un tutorial (el primero que he hecho en mi vida) un poco cutre para que os hagáis una idea. Ruego que perdonéis la mala iluminación en algunos momentos (tapé la luz con mi cabeza sin darme cuenta) ;-)



Como podéis ver me ha salido más o menos, así que mejor os dejo unos enlaces a otros vídeos que vienen muchísimo mejor explicados:

Tutorial sobre marbling de Nihrida
Tutorial sobre marbling en español
Otro tutorial en español
Tutorial 1
Tutorial 2

Ayer salí a pasear con una amiga y me traje algunas cositas:

Jersey de Lefties, a buen precio. En la foto no parece gran cosa, pero puesto queda bonito. Me encanta el cuello ^_^


Camiseta, de Lefties también, ¡sólo 4 euros!! Aunque tuve que coger la L porque la M me quedaba demasiado apretada :-(


Y por fin he podido encontrar productos de Essence. Me traje un esmalte de punta fina con purpurina, la máscara de pestañas Volume to the Max y un corrector de manicura con tres puntas incluidas. Pronto publicaré alguna review al respecto ;-)


También fui a una tienda de peluquería étnica y traje dos botellas del champú orgánico que uso siempre (sin SLS ni siliconas) y una loción para rizos:


Et voilá, c'est tout!

La adorable Konadomania ha llegado a los 100 seguidores en su blog y ha convocado un gran concurso en el que sortea todos estos regalos y alguna cosilla más que no aparece en las fotos:



¿A qué esperas para participar?
Para saber más, hacer clic aquí.

El frankening es una nueva moda consistente en mezclar diferentes pintaúñas (entre sí o con otros elementos) para crear tus propios tonos. Yo por supuesto no podía mantenerme al margen y he tenido mis propios experimentos. Es una opción muy interesante que te permite reciclar colores que no usas, aprovechar sombras de ojos poco "ponibles", etc, básicamente dar rienda suelta a tu creatividad.

Se pueden mezclar esmaltes, pigmentos, sombras en polvo, purpurinas, etc. No todos funcionarán igual de bien, pero la cuestión es ir probando y experimentando.

Todo comenzó porque llevo varios meses encaprichada de un pintaúñas de color turquesa y no he logrado encontrarlo en ningún sitio, ya sean perfumerías o tiendas de todo a 100. También quería un pintaúñas naranja, que tampoco encuentro. Entonces me dije "¿Y por qué no los hago yo misma?" y ahí que fui:

Estos son los materiales usados en mi caso: dos pintaúñas (rojo y amarillo), un frasco de esmalte vacío y bolas de plomo para mezclar:



El frasco vacío lo saqué de un viejo esmalte transparente que se había quedado viejuno. Lo llené con una mezcla de acetona y un poco de alcohol, le eché dos bolitas para que se desprendiera mejor el producto y lo dejé unas 12 horas macerando, agitando de vez en cuando para quitar los restos de esmalte. Si no queda limpio del todo hay que repetir el proceso, esto gasta bastante acetona, debo avisar.

Las bolitas son muy importantes porque sino el esmalte no se mezcla bien y ya te puedes pasar horas agitando el frasco como si fuera una maraca de Machín, que no te servirá de mucho. Normalmente para esto se suelen usar bolitas de acero, pero como no tengo ni pajolera idea de dónde comprarlas, uso estas de plomo. Las compré en el Carrefour, en la sección de pesca, cuesta unos 3 euros y pico el pack con dos cajitas. De momento no sé si aguantan bien la corrosión, tendré que probar a ver.

Primero comencé echando el esmalte amarillo, ya que no quería un color muy oscuro. Hay que empezar siempre echando esmalte sólo hasta la mitad como mucho, jamás llenes el frasco porque luego hay que ir echando un poco de cada color para ir equilibrando el tono y te puedes pasar.

Luego fui echando un poquito de rojo, agitaba bien y veía el color resultante, y así hasta que dí con el tono deseado.

Con el turquesa hice igual, mezclé azul y blanco y para darle el tono verdoso le añadí un pigmento verde de Pure Luxe Cosmetics que tenía por ahí (y que además le dio un brillito muy mono) He aquí el resultado:





Aquí mis dos creaciones:



Y aquí tenéis una muestra de los colores resultantes sobre papel:



El turquesa tiene un grumillo del pigmento, pero ya me encargué de agitarlo bien para disolverlo.

Esta semana pienso dejar descansar mis uñas un poco ya que están algo quebradizas, pero en cuando pueda me las pintaré con mis nuevos colores y os mostraré cómo quedan.

Enlaces de interés:
Dr Frankenpolish - Un blog muy interesante sobre frankening (en inglés)

Hace unos meses me pasé por el chino de la esquina y mirando unos pintaúñas vi estos discos quitaesmaltes. Los había de varios aromas: fresa, limón, melocotón, etc. Son de la marca Yes Love, baratera y muy fácil de encontrar en los bazares chinos, y que también tiene pintaúñas, acetona, etc.




Creo que me costaron unos 80 céntimos de euro, no era gran cosa. Vienen 20 discos quitaesmalte. Son muy finitos, y al cogerlos tienen un tacto aceitoso. El olor no es demasiado malo. Los he probado unas cuantas veces y siempre llego a la misma conclusión: no valen para nada.



Son pegajosos y eliminan muy mal los restos de esmalte, hasta tal punto que el fieltro de los discos se termina deshilachando y pegando a tus uñas, un desastre total. Al final siempre tengo que terminar recurriendo a la acetona de toda la vida, así que alguna vez los véis y os sentís tentadas de comprarlos, ahorraros vuestros centimillos, no funciona.

¿Lo recomiendo? NO